Vamos a ver cuantos muertos salen vivos
Después de esa portentosa guerra de letras
Que no escribimos.
Yo se que mis manos eran quienes mas sangraban
Cada vez que escribían deseándote la peor de la muertes,
Extrañándome (Qué rico ver a alguien morirse de tristeza).
Yo no recuerdo tus manos, pero se que sudaban
Y se esforzaban por leer el braile de mis letras que no veías.
Quitarle la lectura a un ciego es como cortarle la trompa a un elefante que no habla
Por eso quise quitarte todas las letras que no leías
Para que intentaras sentirlas.
Después de todo este debacle
Ya me es posible hablar contigo
(Como quien habla con el viento
Y este le contesta
Y le duerme con un silbido
Y le despierta
Sólo apenas con un suspiro de un ala,
De un ave, que por error pasó volando).
En la nada que con batallas construimos
(Puedo hablar contigo de nada o en la nada contigo,
Pero si es en la nada no duraría mucho ese vacío,
Por que no tardaría mucho en hacerte un edén,
Yo me llamaría Juan, seguramente tu serías Comala),
Pero si tú no quisieras hablar conmigo,
Que más me queda que callar contigo.
A falta de palabras: silencio,
A falta de pan: ausencia,
A falta de sangre: tinta
Y a falta de voz: vos.